El hombre que vino del futuro acaparaba la atención de los medios. Su rostro inexpresivo, sus gestos mínimos, cansados y una mirada de otro mundo ocupaban todas las pantallas.
El hombre que vino del futuro no relató nada que no sospechásemos ya, ni desveló un fin útlimo; ni nos salvó.
El hombre que vino del futuro se fue apagando hasta que un día ya no apareció más. Se fue como vino, sin sonreir.
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