Trece años después de ir rellenando quinielas, sin obtener a cambio beneficio alguno, hace llegar a la conclusión de que ninguna de las premisas racionales sirven para conseguir píngües beneficios; por eso, he creído que una imagen podría contener la clave del éxito más allá de las razones sobre equipos, estado del césped o árbitros.
Analizados los resultados de las quinielas de esta temporada hasta la fecha, he trazado una gráfica donde, a cada frecuencia de unos, equis o doses, le ha correspondido el tanto por ciento proporcional de color negro. Esto es, el primer cuadrado, un uno en la primera fila, está compuesto por un 55% de negro pues esa es su frecuencia de aparición en ese puesto: un 55% de las veces, el resultado de la primera fila es un uno.
Y allí vamos: a la vista de la gráfica, mi apuesta es la siguiente:
1 | 1x | 1 | 1x | 2 | 1 | 1 | 1x | 1 | 1 | 1 | 1 | 1x | 1
Si este blog se mantiene aún activo es que el método habrá fracasado.
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