Ha sido el azar, qué sé yo; grabé este dvd con toda la música que podía contener con el fin de transportar a casa parte de lo que tenía en el trabajo. Las pistas estaban ordenadas por orden de inclusión en la biblioteca y fui entresacando, quitando y poniendo aquellas que me parecían imprescindibles hasta ocupar completamente el disco.
La primera vez que lo puse, acompañando las lecturas infantiles de las nenas, noté lo acertadamente, y por casualidad, que se enlazaban los temas de Paquito D'Rivera con los de Herbie Hancock; como el Round Migdnight de Bobby McFerrin introducía deliciosamente cuatro temas de Bebo Valdes y Federico Britos, para ascender tras ellos al ecléctico Tangos de Garraf de Chano Domínguez...
La segunda vez, tuvieron que llamarme la atención para hacerme volver a ese desdibujado mundo donde los compases circulares de Wim Mertens no dialogan con el flamenco de Morente, donde el piano de Thelonious Monk no suena a vital y eterno.
Hoy, he decidido ya quedarme aquí; entre el rumor de las espirales que provocan la voz de Adele y la viola de gamba de Savall; esperando, mientras escucho a Paco de Lucía, que cuando la guitarra calle, Wynton Marsalis rasgue el cielo y aparezca el Saudade de Cesarea Evora acompañando a Radio Head. Y así, adivinando en cada tema la sucesión de los que le seguirán y los que le precedieron, recorro un círculo perfecto.